domingo, 13 de marzo de 2011

El Feudalismo

Fue un sistema social y político que surgió a principios de la Edad Media y se desarrolló e instaló en Europa durante varios siglos (siglos altomedievales), aunque en constante evolución.

Como ocurre con todas las formas sociales nuevas, el feudalismo se desarrolló adoptando muchos aspectos del orden antiguo, ajustándolos a las necesidades presentes.

Esta nueva sociedad surgió en respuesta a presiones exteriores e interiores que actuaban sobre el sistema anterior. Los procesos de esta índole rara vez son el resultado de decisiones formales, sino la solución que los hombres dan a unas circunstancias ambientales cambiantes, lo que es particularmente cierto en el caso del feudalismo, al que dio paso el decadente sistema romano en su última fase.



En este contexto, la necesidad más acuciante de la sociedad tardorromana y de la de los primeros tiempos medievales era la protección: protección contra los invasores bárbaros, los bandidos y los campesinos en rebelión.

El aparato estatal, antes poderoso, era ahora demasiado débil para cumplir con sus obligaciones; en su decadencia, se veía incapaz de hacer justicia y proporcionar paz y protección a los ciudadanos.

En tales circunstancias, el pueblo se vio obligado a establecer por si mismo la forma de organizarse y generar un sistema donde la seguridad fuese el elemento prioritario.

La encomendación y el feudo

La antigua tradición romana del patrocinio era una relación entre dos hombres libres. Mediante el acto de la encomendación, un hombre libre se colocaba bajo la protección de un señor, a quien el encomendado debía servir y respetar a cambio de sostenimiento y protección. Esta situación dio lugar más tarde a contratos escritos que regulaban el grado de compromiso de ambas partes.

Ante la existencia de peligros reales, la encomendación se convirtió en feudo, o cesión. El hombre libre cedía sus tierras y su libertad a un noble con recursos para la guerra, a cambio de protección; en otras palabras cambiaba su libertad por seguridad.

Las malas comunicaciones, los caminos casi intransitables, contribuyeron al aislamiento y a la división de las comunidades medievales europeas. Aunque seguían existiendo residuos del antiguo poder central en forma de monarquías, las órdenes de los reyes no iban más allá de los muros de palacio. Europa era literalmente un conglomerado de miles de campamentos armados semiindependientes.

Estas divisiones no podían durar por tiempo indefinido. Todo el Occidente europeo vivía en una amenaza constante. Al sur, los musulmanes representaban un grave peligro; al este ocurría lo mismo con los ejércitos hunos, mongoles y eslavos. Los vikingos saqueaban prácticamente sin oposición las costas del norte en los siglos IX y X.

En efecto, para entender la implantación del feudalismo hay que recordar la evolución de los últimos siglos del Imperio Romano. El fuerte y centralizado poder estatal del alto imperio y la sociedad urbana romana dejó paso a un progresivo debilitamiento de la autoridad y una ruralización en aumento de la población.

Ofrecer protección ante tan intensos peligros era algo que sobrepasaba la capacidad incluso de los más poderosos señores feudales. Para hacer frente a tales amenazas surgió una compleja red de relaciones, en la que todos prestaban fidelidad y obediencia a alguien más poderoso, hasta llegar al monarca, que lo hacía ante Dios.

Como contrapartida por la ayuda recibida, existía el compromiso de ofrecer un determinado número de hombres para servicios militares, siempre que se les requiriese para ello.

Ventajas y desventajas del Feudalismo

 

La mala prensa que en los tiempos contemporáneos ha tenido el feudalismo (paradigma de la tiranía de los poderosos sobre los humildes) se debe a que la producción agrícola fue en muchos casos insuficientes para ser útil al sistema, lo que provocó hambruna.

La rudimentaria agricultura de la época y el ineficiente sistema de cultivo no permitían la acumulación de reservas, Si las cosechas fallaban, lo que ocurría a menudo, el hambre hacía en seguida su aparición.

Y es que si bien los campesinos tenían tierras como parte del contrato feudal, su primera responsabilidad era ocuparse del ganado y de las cosechas de su señor. Si la tormenta o el fuego las amenazaban, la primera que había que poner a salvo era la del señor.

Por ello el agricultor tenía que esforzarse denodadamente en producir lo suficiente para mantener a su familia y además asegurar el alimento de la nobleza y al clero, que no eran productores. Esto no siempre se conseguía, generando la citada pobreza y hambre entre la población base de la sociedad.

Pero no hay que ver en el feudalismo medieval en Europa sólo bajo este prisma completamente negativo.

Para empezar, la sensación de pérdida de libertad era relativa pues las comunidades de la Alta Edad Media en Europa eran bastante cerradas y viajar suponía pasar de una comunidad cerrada a otra igual por unos malos caminos y en constante peligro de ataque.

Además, si el feudalismo impuso al siervo la obligación del servicio prioritario a su señor, impuso también a éste la obligación de ayudar al siervo en momentos de necesidad y de guerra, lo que era bastante frecuente.

Afortunadamente, la autoridad de la Iglesia sobre los poderes temporales y el fenómeno de las peregrinaciones permitió cierta libertad de tránsito de unas comunidades a otros con fines religiosos (por ejemplo para realizar viajes de penitencia a un monasterio o catedral donde se guardaban reliquias) y éste fue el punto de arranque de una nueva sociedad en la que el movimiento de gentes, comercio, ideas nuevas, etc. se hacía mayor.

Éste es el inicio de una sociedad que se fue renovando y modernizando (no hay que olvidar el llamado "renacimiento románico" del siglo XI) hasta alcanzar la plenitud en el siglo XIIy XIII.

Joel A. Boada L.
C.I: 17.930.028
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Guerra de los 100 Años

 


Esta guerra empieza en el año 1337 y finaliza en el 1453 ( por lo que la denominación de Guerra de los 100 años es errónea, ya que dura 116 años ) y puede dividirse en cuatro etapas:
  • Primera etapa ( 1337 - 1360 ).
Eduardo III, presionado por los franceses desde Escocia, reclama el título de rey de Francia como heredero de su tío Carlos IV, buscando así una mayor inestabilidad en Flandes.

La batalla naval de Sluys en la desembocadura del río Zwyn ( 1340 ) significó la 1ª victoria inglesa y la destrucción de la flota francesa, pero sólo cuando un año después surge el problema sucesorio en el ducado de Bretaña se desencadena el conflicto y el ejército inglés conquista varias fortalezas y el puerto de Brest, que se convertirá en el centro de futuras operaciones.

En julio de 1346, Eduardo III desembarcó en Normadía con unos 15.000 hombres, iniciando una cabalgada que le llevó a las puertas de París y, a continuación, al dirigirse al Canal de la Mancha, derrotó al ejército francés en Crécy, conquistando Calais ( agosto de 1347 ), lo que facilitaba el tráfico de mercancías y tropas desde Dover.

Las perspectivas inglesas parecían triunfantes no en Francia, sino en Escocia, donde su rey David II fue hecho prisionero. Pero la peste negra paralizó a todos los combatientes hasta 1355 en que el Príncipe Negro, el primogénito de Eduardo III, gran triunfador de Crécy, volvió a asolar con cabalgadas destructoras las regiones de Burdeos y Toulouse hasta Carbona, y en Poitiers ( 1356 ) de nuevo los ingleses derrotaron a las tropas francesas, mientras su hijo Juan fue hecho prisionero y trasladado a la Torre de Londres.

El gobierno de Francia quedaba en manos del delfín Carlos, de 18 años, que demostró cierta capacidad para controlar la situación exterior, aunque al mezclarse con las tensiones nobiliarias ( Carlos el Malo de Navarra ), las turbulencias populares capitaneadas por Etienne Marcel en nombre de las "buenas ciudades" y la sublevación de los jacques, la gestión resultó difícil para el nuevo gobernante.

El resultado fue la firma de una tregua ( Bretigny, 1360 ) que entregaba a Inglaterra Aquitania, Normandía, Maine, Anjou, y Turena, más 3 millones de coronas de oro como rescate del rey, que renunciaba a su exigencia de soberanía por los territorios cedidos. A cambio, Eduardo III abandonaba sus derechos sobre la corona francesa.

En esta primera etapa, Francia parece la gran derrotada y no sólo en lo político, sino por las consecuencias de los saqueos y destrucciones de campos y ciudades, el incremento de la presión fiscal para atender las necesidades del ejército y el rescate real, y el deterioro físico ( las epidemias ) y moral ( pérdida de confianza en el monarca derrotado ) de los habitantes.

  •  Segunda etapa ( 1360 - 1399 ).

A pesar de la tregua de Bretigny, no hubo realmente una pacificación auténtica, ya que los ejércitos movilizados en las operaciones anteriores se desbordan por los campos franceses y en los territorios que debían integrarse al dominio inglés.
 
Surgen contingentes al mando de jefes muy significativos, como Bertrand du Guesclin, el cual derrota a Carlos el Malo de Navarra en Cocherel ( 1364 ), que recorren el país y se dirigen a Castilla para intervenir en la guerra civil tratámara.
 
La muerte en prisión de Juan II lleva al trono a Carlos V ( 1364 - 1380 ), cuya experiencia anterior y su responsabilidad monárquica le permiten emprenden la tarea de recuperar la confianza del pueblo por medio de la propaganda y la reforma de la administración.
 
La superioridad inglesa se asentaba en el hecho de que la fiscalidad real tras los conflictos con Escocia habían alcanzado ya un ritmo regular que permitía disponer de ejércitos numerosos bien pagados; y está será la línea práctica que emprenderá Carlos V concentrando su atención en la reforma fiscal y en la reorganización del ejército, que dependerá absolutamente del rey.
 
A la muerte de Eduardo III ( 1377 ), el espacio dominado por Inglaterra en Francia se había reducido a una estrecha franja de costa, con los puertos que realmente interesaba controlar: Calais, Cherburgo, Brest y Bayona.

Su primogénito y principal valedor, el Príncipe Negro, había muerto un año antes, por lo que su sucesor fue Ricardo II, hijo de éste que contaba sólo con 10 años.

Para entonces, el impulso triunfante inicial se había diluido, que poco a poco se había convertido en derrotas importantes en el mar, gracias a la alianza franco - castellana, cuya flota aniquiló a la inglesa en La Rochela (1372 ).

Una situación similar se da en Francia en 1380, al subir al trono Carlos VI y quedar la regencia en manos de sus tíos, los duques de Berry, Borgoña y Borbón, que olvidando la política de "buen gobierno" de Carlos V, dedican todos sus afanes a ampliar sus poderes y obtener los mayores beneficios de su situación. A partir de 1388 el rey gobierna solo, pero sus frecuentes accesos de locura lo incapacitan desde 1392.

Este período de cierta calma se aprovecha para buscar la paz duradera que no se alcanza, pero que conduce a la firma de una tregua ( 1396 ) por 28 años y el matrimonio de Ricardo II con Isabel, hija de Carlos VI.
  •         Tercera etapa ( 1399 - 1422 ).

En 1399 se depone y asesina a Ricardo II. En el plano militar, el acontecimiento fundamental es la derrota del ejército francés en Azincourt ( 1415 ), donde el contingente inglés provoca un desastre y la muerte de un elevado nº de nobles.

La justicia de Dios parecía decantarse por uno de los contendientes, el inglés, que en nombre de la paz reclamaba sus derechos sobre Aquitania y Normandía, a cuya conquista se dedicó, hasta conseguirla, entre 1417 y 1419.

No obstante, este período está marcado por la desorganización del poder en Francia, donde la lucha entre Luís de Orleáns, hermano del rey, y el duque de Borgoña ( primero Felipe el Atrevido, luego su hijo Juan sin Miedo ), concluye con el asesinato de Luís de Orleáns, y el enfrentamiento de los cabochiens ( controlados por el de Borgoña ), y los armagnacs ( partidarios del hijo del Orleáns, conde de Armagnac ), venciendo estos últimos.

Si bien tras Azincourt en Francia no hay quien tome el poder: los duques de Orleáns y Borbón están prisioneros en Inglaterra, los duques de Berry y los hijos mayores del rey mueres en 1417, el delfín Carlos tiene 15 años; el conde Armagnac impone en París un régimen policiaco que impele a los parisinos a entregar la ciudad a Juan sin Miedo.

En 1420, el duque de Borgoña firma el tratado de Troyes con Enrique V, entregando Francia a los ingleses a cambio de obtener su ayuda contra el rey francés.
  • Cuarta etapa ( 1422 - 1453 ).

En 1422 mueren Enrique V y Carlos VI, lo que significa, según el tratado de Troyes, que el inglés Enrique VI unía la herencia de Inglaterra y Francia. Pero tenía 10 meses, lo que complicaba la sucesión: el conde de Bedford asumió la regencia, el delfín de Francia se erigía rey y el duque de Borgoña en árbitro de la situación en el continente.



Francia aparece dividida en 3 partes. La de los Lancaster compuesta por las posesiones tradicionales inglesas, más Normandía, Maine y Vexin recientemente conquistadas y Picardía, Champaña e Île-de-France imperfectamente ocupadas.

La segunda porción corresponde a las posesiones del conde de Borgoña, a cuyo centro original se añadió Flandes, Brabante, Hainaut, Países Bajos, Luxemburgo y, tras la muerte de Juan sin Miedo, el Artois.

El reino de Bourges, donde estaba refugiado el delfín, coincide con la región al sur del Loira salvo la Guyena inglesa, y se apoya en la lealtad de los príncipes de Anjou, Borbón, Orleáns, Foix y Armagnac.

Carlos VII era una figura necesaria pero inútil, pues ni podía actuar como árbitro de los nobles ni tenía fuerza para intervenir frente a los ingleses. A partir de 1429, con la aparición de Juana de Arco, dio la vuelta a la situación, consiguiendo levantar el sitio de Orleáns y conducir al delfín a Reims para su coronación.

La muerte en la hoguera de Juana de Arco en el 1431 no frenó el impulso nacionalista generado por su actuación, y las sublevaciones en los territorios ocupados por los ingleses sirvieron para recuperar la iniciativa a Carlos VII, que en 1436 controló París, en 1449 ocupó Normandía, en 1451 Burdeos y Bayona, y en 1453 todo el país, salvo Calais, era nuevamente dominio del rey, dándose la guerra ya por terminada.



Consecuencias:

Las consecuencias de tan largo período de guerra fueron muy distintas en cada uno de los tres territorios directamente afectados

En Francia se procedió a una restauración del orden estatal tomado como centro el rey y su administración, organizando una única cancillería, controlando las asambleas locales con tendencias autonómicas ( Normandía Campaña, Guyena, etc. ), e impulsando un fuerte sentido de unidad a través de la reforma de la justicia.

En aspectos económicos, se inició una labor de recuperación y repoblación en las zonas de mayores posibilidades de cultivo ( Bordelais, Provenza, etc. ). Los señores procuraron atraer campesinos, ofreciendo contratos de larga duración, con censos reducidos y de aparcería para nuevas roturaciones.

La producción industrial se reanimó con rapidez, sobre todo la pañería y los productos de lujo. También hay una recuperación demográfica a finales del s. XV.

En Inglaterra, los efectos de la guerra se hicieron menos tangibles a medida que se profundizaba en los fundamentos de la sociedad. La causa principal hay que buscarla en la pérdida de los territorios continentales y del control de su producción, y de su mercado de paños y trigo.

No obstante, el esfuerzo que supuso el sostenimiento de la guerra pasó factura tras la paz. Así, los impuestos recaudados durante la guerra ascienden a 8.250.000 libras, procedentes de la tasa sobre la lana, cuyo comercio exterior descendió a un tercio del nivel anterior. El esfuerzo humano también fue importante, pues Inglaterra puso en el continente unos 50.000 hombres al año.

Por último, la derrota fue el detonante en el campo político de un conflicto civil larvado desde hace decenios. La rivalidad entre los Lancaster y los York se llevó al campo de batalla: la guerra de las Dos Rosas por el trono de Inglaterra consumió las pocas energías que quedaban y redujo el nivel moral de la monarquía. Enrique VI fue expulsado del trono, y en su lugar colocó el duque de de Warwick a Eduardo IV, hijo del fallecido duque de York ( 1461 ), cambiando de criterio años más tarde ( 1470 ), por lo que Eduardo IV derrotó y mató a sus rivales.

Su herencia la recogió su hijo Eduardo V, tutelado por su tío Ricardo de Gloucester ( 1483 ), quien no dudó en eliminarlo y suplantarlo en el trono como Ricardo III. En este momento, una rama colateral de los Gloucester, los Tudor, en la persona de Enrique, hizo su aparición y tras una breve guerra derrotó y mató a Ricardo III y se proclamo rey, Enrique VII, casándose con Isabel de York y concluyendo así con una etapa muy oscura de la historia de la monarquía inglesa.

Joel A. Boada L.
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Guerra de los 30 Años

La Guerra de los Treinta Años fue una guerra librada en la Europa Central (principalmente Alemania) entre los años 1618 y 1648, en la que intervino la mayoría de las grandes potencias europeas de la época. Esta guerra marcará el futuro del conjunto de Europa en los siglos posteriores.

Aunque inicialmente se trató de un conflicto religioso entre estados partidarios de la reforma y la contrarreforma dentro del propio Sacro Imperio Romano Germánico, la intervención paulatina de las distintas potencias europeas gradualmente convirtió el conflicto en una guerra general por toda Europa, por razones no necesariamente relacionadas con la religión: búsqueda de una situación de equilibrio político, alcanzar la hegemonía en el escenario europeo, enfrentamiento con una potencia rival, etc.

La Guerra de los Treinta Años llegó a su final con la Paz de Westfalia y la Paz de los Pirineos, y supuso el punto culminante de la rivalidad entre Francia y los territorios de los Habsburgo (el Imperio español y el Sacro Imperio Romano-Germánico) por la hegemonía en Europa, que conduciría en años posteriores a guerras nuevas entre ambas potencias.

El mayor impacto de esta guerra, en la que se usaron mercenarios de forma generalizada, fue la total devastación de territorios enteros que fueron esquilmados por los ejércitos necesitados de suministros. Los continuos episodios de hambrunas y enfermedades diezmaron la población civil de los estados alemanes, y en menor medida, los de los Países Bajos e Italia, además de llevar a la bancarrota a muchas de las potencias implicadas. Aunque la guerra duró 30 años, los conflictos que la generaron siguieron sin resolverse durante mucho tiempo.

Durante el curso de la misma, la población del Sacro Imperio se vio reducida en un 30%. En Brandeburgo se llegó al 50%, y en otras regiones incluso a dos tercios. La población masculina en Alemania se redujo a la mitad. En los Países Checos la población cayó en un tercio a causa de la guerra, el hambre, las enfermedades y la expulsión masiva de checoslovacos protestantes. Solo los ejércitos suecos destruyeron durante la guerra 2.000 castillos, 18.000 villas, y 1.500 pueblos en Alemania.


La larga serie de conflictos que forman la guerra pueden dividirse en cuatro etapas diferenciadas:
  • La revuelta de Bohemia.
  • La intervención danesa.
  • La intervención sueca.
  • La intervención francesa.
Orígenes de la guerra
 A mediados del siglo XVI, la frágil Paz de Augsburgo, un acuerdo firmado por el emperador Carlos V de Alemania (Carlos I de España) y los príncipes luteranos en 1555, había confirmado el resultado de la primera Dieta de Espira y en realidad había hecho acrecentar con el tiempo los odios entre católicos y luteranos. En dicha paz se había establecido que:
  • Los príncipes alemanes (alrededor de 360 de ellos), podían elegir la religión (luteranismo o catolicismo) en sus señoríos de acuerdo con su conciencia. Era el principio de cuius regio eius religio.
  • Los luteranos que viviesen en un estado eclesiástico (bajo el control de un obispo), podían continuar siendo luteranos.
  • Los luteranos podían mantener el territorio que habían tomado a la Iglesia Católica desde la Paz de Passau (1552).
  • Los obispos de la Iglesia Católica, que se convirtiesen al luteranismo tenían que entregar su diócesis.

En los inicios del siglo XVI se incrementaron las tensiones entre las naciones de Europa. España estaba interesada en los principados alemanes, debido a que Felipe II (hijo de Carlos V) era un Habsburgo y tenía territorios alrededor de la frontera oeste de los estados alemanes (Flandes, el Franco Condado). Francia también estaba interesada en los estados alemanes porque deseaba limitar el creciente poder de los Habsburgo en su frontera este. Suecia y Dinamarca estaban interesadas por razones económicas en los estados germánicos del norte que rodeaban al Mar Báltico.


Durante la segunda mitad del siglo XVI las tensiones religiosas también se habían hecho más intensas. La paz de Augsburgo tuvo sus consecuencias a lo largo de la segunda mitad del siglo XVI, ya que los obispos se negaban a abandonar sus obispados. De hecho, los términos del tratado de Augsburgo fueron utilizados para un resurgimiento del poder católico. Las tensiones y resentimientos entre católicos y protestantes no habían hecho sino crecer desde el tratado, y en muchos lugares de Alemania se destruían iglesias protestantes y había limitaciones y obstáculos al culto protestante. A disminuir estas tensiones no ayudó nada el calvinismo que se extendía por toda Alemania, lo que añadió otra religión a la región; los católicos de Europa central (los Habsburgo de Austria o los reyes de Polonia) estaban tratando de restaurar el poder del catolicismo.

Los Habsburgo estaban principalmente interesados en extender su poder, así que estaban a veces dispuestos a transigir y permitir el protestantismo. A la larga esto hizo mayores aún las tensiones. Rodolfo II, emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico y su hermano y sucesor, Matías I, no practicaban una política católica agresiva, ya que estaban más interesados en incrementar el poder y las posesiones de los Habsburgo. Eran también muy tolerantes (como su abuelo y su padre, Fernando I y Maximiliano II), lo que permitió que diferentes religiones se extendieran a su aire y que chocasen entre sí libremente. Suecia y Dinamarca (que querían controlar los estados alemanes del Mar Báltico) eran estados de confesión luterana.

Estas tensiones estallaron con violencia en la ciudad alemana de Donauwörth en 1606. La mayoría luterana obstaculizó los intentos de los residentes católicos de hacer una procesión y provocaron así una revuelta violenta. Los católicos de la ciudad solicitaron la intervención del duque Maximiliano I de Baviera en su apoyo.

Una vez hubo cesado la violencia, en Alemania los calvinistas, cuya religión estaba todavía en su infancia y constituían una minoría, se sintieron amenazados, y se agruparon en la Liga de la Unión Evangélica (también conocida como Liga Protestante), creada en 1608, bajo el liderazgo de Federico IV, el Príncipe elector del Palatinado. Este príncipe tenía en su poder el Palatinado de Renania, uno de los estados que España deseaba para sí a fin de proteger el camino español. Esto provocó que los católicos también se agrupasen en la Liga Católica, bajo el liderazgo del duque Maximiliano I.

El emperador del Sacro Imperio y rey de Bohemia, Matías, murió sin dejar heredero en 1619, pero habiendo testado a favor de su primo-hermano, Fernando III de Estiria. Fernando, que al convertirse en rey de Bohemia y emperador del Sacro Imperio pasó a llamarse Fernando II, era un católico convencido que había sido educado por los jesuitas y quería restaurar el catolicismo. Por ello era impopular en Bohemia, la cual era predominantemente calvinista. El rechazo de Bohemia a Fernando fue el detonante de la Guerra de los 30 años.
 
Joel A. Boada L.
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sábado, 12 de marzo de 2011

Mesopotamia

Mesopotamia significa en griego "entre ríos". La región así denominada abarcaba inicialmente los territorios comprendidos entre los ríos Tigris y Eufrates. En la actualidad comprende a Iraq y el este de Siria.

La abundancia de agua creó una gran riqueza natural, hasta el punto de que, según la Biblia, estuvo allí localizado el Paraíso. El neolítico pronto alcanzó un gran desarrollo en Mesopotamia, con asentamientos urbanos importantes, como Eridu o Uruk (desde el año 3.750 a.c.).

En esta ciudad comenzó, muy probablemente, un sistema complejo de escritura. La historiade Mesopotamia es una sucesión de civilizaciones, iniciada por los sumerios (3.000 a.c. - 2.350 a.c.). Estos son vencidos por las huestes de Sargón, rey de los acadios (Akkad), que imponen su poder hasta 1.800 a.c.

Desde ese momento conviven dos importantes culturas: los asirios (Assur), al norte, y los babilonios (Babilonia), al sur. Cada uno evoluciona de forma diferente, pero ambos acabarán dominados por pueblos guerreros llegados del este, los persas (Persia), medos y aqueménidas.

                                                     MAPA DE MESOPOTAMIA
RELIGIÓN:
La religiónen el mundo Mesopotámico domina todo y permanece más o menos inalterable hasta la conquista musulmana.

Está basada en un principio en las fuerzas de la naturalezaque se identifican con los dioses: el dios del agua es Enlil, el del cielo Anu y el de la tierra Enki. Estos dioses poco a poco van tomando forma, primero con símbolos y van a acabar teniendo forma humana. Anu va a ser el dios de los dioses.
Posteriormente se van configurando nuevos dioses: la gran diosa Inanna, que más tarde se va a identificar con Ishtar, va a ser la diosa más venerada. Es la diosa de la fertilidad y del amor. Sin será la luna y Shamash el sol. A estos se les van a unir otros dioses que van a ser venerados sólo en algunas zonas, como Assur en Asiria o Marduk en Babilonia.

CARACTERÍSTICAS:
El arte mesopotámico tenía carácter cívico: tiene palacios, templos y servicios públicos; tales como murallas, canales de riego, puentes, puertas y fortalezas. También combina el sistema de platabanda y dintel con el de arco y bóveda.

Como en la región no había piedra y la madera era escasa, emplearon el ladrillo (hecho de adobe). Como el ladrillo es un material algo frágil, los muros se fabricaban gruesos y sin apenas aberturas; de manera que la apariencia de la edificación es maciza, pesada y monótona.

Debido a las periódicas inundaciones que eran favorables a los cultivos, los edificios solían construirse sobre terrazas.

Las paredes se cubrían de relieves en colores siguiendo esquemas muy simples, en particular los de repetición y simetría.

Monumentos Principales:
a) El Templo:
Consiste en un gran patio amurallado que en el espacio correspondiente a uno de sus lados menores lleva lo que va a ser su elemento más característico: el Zigurat.

El Zigurat es una torre cuadrada de varios pisos escalonados, en cuya cima está el santuario. Las caras se orientan hacia los cuatro puntos cardinales y se sube a los diferentes niveles por medio de una rampa que rodea los cuatro lados, o por dos escaleras simétricas que trepan por el frente o os laterales.

En su construcción se empleaban materiales muy ricos: mármol, alabastro, lapislázuli, oro y cedro.

b) El Palacio: No existe una forma prevista para el palacio. Tampoco es un edificio, sino una serie de edificaciones prismáticas de distintos tamaños unidas entre sí por pasillos, galerías y corredores con amplios patios intermedios y con murallas alrededor. Consistía en una sencilla construcción cuadrangular con un patio central por el cual recibía luz y ventilación. Se alzaba sobre terrazas de ladrillo a las que se subía por escaleras y rampas con desagües para protegerse de las inundaciones y de la humedad. Las puertas, cuyas hojas solían ser de bronce, estaban flanqueadas por estatuas y toros alados con cabeza humana a los que se les atribuían poderes protectores. Las paredes interiores se decoraban con pinturas al fresco sobre enlucido de cal, o con revestimientos de ladrillos esmaltados de colores vivos y relieves. Algunos de los palacios más importantes fueron los de Nínive, Khorsabad y Nimrud.

c) Las Murallas: Las ciudades estaban guardadas por gruesas murallas de paredes verticales y cortadas en ángulos rectos, reforzadas de trecho en trecho por torres cuadradas. El paso se hacía por puertas fortificadas. El pasaje de estas puertas era de bóveda de medio cañón, en ambos lado se colocaban las habituales estatuas protectoras.

d) Las Tumbas: Desde el punto de vista arquitectónico, la tumba no ofrece gran interés, pues es un simple hipogeo con bóveda de ladrillo y varias cámaras, que se manifiesta al exterior por algún pequeño monumento sin valor artístico. En su interior se ha encontrado un ajuar funerario muy rico: cadáveres de damas, músicos, criados, cocheros y guardias inmolados en número grande que revelan las bárbaras costumbres fúnebres de estos pueblos.

Escultura:


En la escultura los habitantes de Mesopotamia emplearon basalto, arenisca, diorita y alabastro. También trabajaron algunos metales como el bronce, el cobre, el oro y la plata, así como piedras preciosas en las piezas más delicadas y en las labores de incrustación. En sus sellos cilíndricos usaron piedras de todas las clases, como lapislázuli, jaspe, cornalina, alabastro, hematites, serpentina y esteatita. No obstante, algunas de estas piedras escaseaban en la zona, por lo que tuvieron que importarlas. Otra importante forma de expresión fueron los sellos cilíndricos, delicadamente grabados en piedra. La mayor perfección en esta técnica la habrían alcanzado los acadios.

La finalidad de este tipo de arte, era social y religioso, por lo cual su finalidad era utilitaria. Su temática era el retrato de los dioses, reyes o altos funcionarios, en cuya ejecución domina la idea de duplicación. Respondía a las leyes de verticalidad, frontalidad y simetría, aunque no conocieron la perspectiva. Había también estilización de las facciones, cabellos y barbas (de cabello rulo). Dentro de la escultura, se desarrollaron tanto las estatuas como el bajorrelieve.

Pintura y Relieve
Características de la pintura: Fue estrictamente decorativa. Se utilizó para embellecer la arquitectura. Carece de perspectiva, y es cromáticamente pobre: sólo prevalecen el blanco, el azul y el rojo. Uso de la técnica del temple. Se puede apreciar en mosaicos decorativos o azulejos. Los temas eran escenas de guerras y de sacrificios rituales con mucho realismo. Se representan figuras geométricas, personas, animales y monstruos. Se emplea en la decoración doméstica. No se representaban las sombras.

Características del relieve: Fueron frecuentes en las plaquetas o estelas narrativas y algunas de estas estelas tienen textos cuneiformes. Son obras detallistas y minuciosas. Refleja notable naturalismo. Se distingue la separación de los asuntos divinos de los humanos. El rey es plasmado en escenas de guerra, banquetes o caza; una figura aparece siempre erguida, lo que hace destacar su poderío.


Joel A. Boada L.
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Arte del Renacimiento


El concepto Renacimiento se aplica a la época artística que da comienzo a la Edad Moderna. El término procede de la obra de Giorgio Vasari Vidas de pintores, escultores y arquitectos famosos, publicada en 1570, pero hasta el siglo XIX este concepto no recibe una amplia interpretación histórico-artística.

Desde una perspectiva de la evolución artística general de Europa, el Renacimiento significa una ruptura con la unidad estilística que hasta ese momento había sido supranacional.

El Renacimiento supone una nueva forma de entender el arte. Las artes liberales ya no están controladas por los gremios, sino bajo la protección de los príncipes y la burguesía. Nacen, así, los mecenas, como las familias Medici, Rucelli, Tornabuoni o Pazzi. Aparece la figura del artista genial, por lo que se abandona definitivamente el anonimato. Sin embargo, surge el taller del maestro, que controla el acceso a la profesión de los oficiales y aprendices, y que es quien recibe los encargos de los clientes.

Todo esto exige una formación científica de los artistas y una gran capacidad de creación. Se inventa la perspectiva caballera, con sus puntos de fuga matemáticos, y la perspectiva aérea, con el sfumato. Se pone mucha atención en las proporciones, para las que se utilizará el canon clásico, que progresivamente se irá alargando, y se guardará la proporción entre las partes. Se redescubre la arquitectura de Vitrubio, el muro de carga y como cierre del espacio, la columna guarda una proporción entre la altura y la anchura, y el arco con la luz, se tiende a la horizontalidad y a la escala humana, para crear un espacio unitario. Reaparece el retrato, el desnudo, principalmente mitológico, y el paisaje, todo ello idealizado.

No es una copia de la antigüedad, sino su interpretación. Se busca el realismo, pero se idealiza la naturaleza, se trata de un arte burgués. En el Renacimiento el hombre recupera su protagonismo como primer objeto artístico, según la tradición grecorromana. El hombre es la obra más perfecta de Dios. Se recupera el retrato y la naturalidad sin hieratismo, de la mano de la nueva burguesía.

El objeto del arte es el mundo natural, la imagen del mundo que se identifica con la civilización. Hay un nuevo humanismo y una mentalidad burguesa que busca al hombre ideal en equilibrio con la naturaleza.

Etapas

Diferentes etapas históricas marcan el desarrollo del Renacimiento:

La primera tiene como espacio cronológico todo el siglo XV, es el denominado Quattrocento, y comprende el Renacimiento temprano que se desarrolla en Italia.

La segunda, afecta al siglo XVI, se denomina Cinquecento, y su dominio artístico queda referido al Alto Renacimiento, que se centra en el primer cuarto del siglo. Esta etapa desemboca hacia 1520-1530 en una reacción anticlásica que conforma el Manierismo.

Mientras que en Italia se estaba desarrollando el Renacimiento, en el resto de Europa se mantiene el gótico en sus formas tardías, situación que se va a mantener, exceptuando casos concretos, hasta comienzos del siglo XVI.

En Italia el enfrentamiento y convivencia con la antigüedad clásica, considerada como un legado nacional, proporcionó una amplia base para una evolución estilística homogénea y de validez general. Por ello, allí, es posible su surgimiento y precede a todas las demás naciones.

Fuera de Italia la Antigüedad Clásica supondrá un caudal académico asimilable, y el desarrollo del Renacimiento dependerá constantemente de los impulsos marcados por Italia. Artistas importados desde Italia o formados allí, hacen el papel de verdaderos transmisores.

Características
De forma genérica se pueden establecer las características del Renacimiento en:

. La vuelta a la Antigüedad. Resurgirán tanto las antiguas formas arquitectónicas, como el orden clásico, la utilización de motivos formales y plásticos antiguos, la incorporación de antiguas creencias, los temas de mitología, de historia, así como la adopción de antiguos elementos simbólicos. Con ello el objetivo no va a ser una copia servil, sino la penetración y el conocimiento de las leyes que sustentan el arte clásico.

2º. Surgimiento de una nueva relación con la Naturaleza, que va unida a una concepción ideal y realista de la ciencia. La matemática se va a convertir en la principal ayuda de un arte que se preocupa incesantemente en fundamentar racionalmente su ideal de belleza. La aspiración de acceder a la verdad de la Naturaleza, como en la Antigüedad, no se orienta hacía el conocimiento de fenómeno casual, sino hacía la penetración de la idea.

. El Renacimiento hace al hombre medida de todas las cosas. Como arte esencialmente cultural presupone en el artista una formación científica, que le hace liberarse de actitudes medievales y elevarse al más alto rango social.

En Florencia el desarrollo de una rica burguesía ayudará al despliegue de las fuerzas del Renacimiento, la ciudad se convierte en punto de partida del nuevo estilo, y surgen, bajo la protección de los Médicis, las primeras obras que desde aquí se van a extender al resto de Italia.

Había dos tipos de edificios: religiosos (iglesias) y civiles (urbanos y laicos). Entre los principales elementos constructivos tenemos:

Sustentantes: Arco de medio punto y columnas.
Sustentados: Cúpula, bóveda de cañón y cubiertas planas con casetones.
Elementos decorativos: Pilastras, frontones, pórticos, decoración heráldica, almohadillado, voluta, grutescos, guirnaldas y medallones.


Joel A. Boada L.
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El Renacimiento

Orígenes
En los momentos finales de la Peste Negra, que empezó a desaparecer a mediados del siglo XIV, la creencia en el poder e importancia de la Iglesia empezó a declinar. La gran cantidad de muertes que causó la plaga (se cree que entre 1347 y 1351 llegarían a morir 25 millones de personas) avisó de la necesidad de un cambio en el arte, en la educación y en la sociedad en general. La gran cantidad de muertes entre los trabajadores llevó a los supervivientes a demandar mayores salarios, produciéndose revueltas por esta causa en muchos países europeos, especialmente Alemania, Francia e Italia.
Las causas del Renacimiento se pueden buscar en Italia desde los inicios del siglo XIV. En este país confluyeron muchos factores, como el sentimiento nacionalista, exacerbado por el recuerdo de la Roma Imperial, las cruzadas papales, y el auge del comercio. A lo largo de las universidades italianas, especialmente en las ciudades de Florencia, Génova, Roma, Nápoles y Milan , se volvió al estudio de la Grecia Clásica y de la literatura latina, a partir de los manuscritos que se conservaban de la época.

Con el examen de dichos escritos, se llegó a la conclusión que la cultura era esencial para tener una vida mejor y que la educación, especialmente el conocimiento de la historia, es necesaria para conocer el pasado, comprender el presente e incluso anticiparse al futuro. Los Italianos llamaron a la necesidad de un Renacimiento en la educación y cultura Europea, entendiendo por Renacimiento la necesidad de acabar con el modo de vida medieval para que así pudiera nacer un nuevo modo de vida.

Cambios en la sociedad y en la cultura
La casa
La plaga trajo mejores condiciones de trabajo para las mujeres pues, ante el grave descenso de población, se necesitaba de su trabajo. De todas formas, la participación de la mujer en la vida pública dependía mucho de la región y de la clase social.

Los matrimonios solían ser hasta la muerte y la violencia doméstica era casi nula. Normalmente cuando una mujer quedaba viuda solía volver a casarse lo más pronto posible. Esto no tenía por que ser así en caso de ser un hombre el que se quedaba viudo, pues un hombre solo solía tener más recursos para sobrevivir y encontrar trabajo.


Las clases bajas
Al principio del renacimiento, la línea que separaba la pobreza de la delincuencia era muy escasa. Las ciudades grandes solían tener grandes problemas con las bandas organizadas. La autoproclamada sociedad decente, trató a los elementos marginales de la sociedad con grandes sospechas y odio.

Las mujeres eran prominentes en las clases más bajas y muchas mujeres pobres encontraron en la prostitución la única salida. Una violación también hacía caer a una mujer en la prostitución, si es que esta era soltera y virgen, pues reducía enormemente la posibilidad de encontrar marido, además de atraer sobre la pobre víctima el repudio social.

Los negociosLa guerra de los cien años provocó que la mayoría de los gobiernos pidieran grandes préstamos de dinero que después no fueron capaces de pagar de vuelta. Debido a esto, los mercaderes tomaban menos riesgos y no invertían en prestamos a la realeza. Todo esto trajo consigo un notable descenso del comercio.

El nacimiento del humanismo

Durante este periodo, Italia fue el centro cultural de Europa. Los escritores fueron apoyados económicamente fueron subvencionados por las nobleza, en una práctica conocida como mecenazgo y, como resultado en los inicios del renacimiento, la literatura se desarrollo de la mano del renacer del clasicismo. Todo esto trajo consigo la aparición del humanismo, un movimiento intelectual que clamaba por el estudio de la historia y la literatura y por la identificación con la gloria del mundo antiguo. El humanismo igualmente defendía el aprendizaje de los clásicos y la participación activa de los individuos en los asuntos civiles.

La escolástica humanista trajo el concepto de "volver a las fuentes", intentando reconciliar la fe cristiana con el estudio de la época clásica. En suma, el concepto de humanismo cívico surgió, pidiendo la participación de los humanistas en el gobierno. Estos humanistas estaban inspirados por los escritos de los emperadores Romanos, y a finales del siglo XV casi todos los intelectuales dominaban a la perfección el latín, que volvió a considerarse la lengua culta

Alrededor de 1440, Johannes Gutemberg creó la imprenta de tipos móviles, permitiendo la impresión de libros en grandes cantidades y de forma rápida. Esto provocó una revolución en la comunicación, lo que ayudó enormemente a la expansión de las ideas renacentistas por Europa, al permitir, por primera vez en la historia, la impresión masiva de las ideas de los grandes pensadores.


La concepción renacentista de la vida y del papel del hombre en el mundo era mucho más seglar que antaño, pero no por ello antireligiosa. Ellos pensaban que para Dios el hombre era la cumbre de la creación y que el mayor don que Él había dado a la humanidad era el libre albedrío. Los escolásticos argumentaron que si Dios nos hizo a su imagen y semejanza, las habilidades y capacidades humanas eran por tanto divinas y debían ser usadas. Surgió el convencimiento de la total importancia y valor de la vida terrenal, en contraposición a la idea medieval de que la vida era solo algo transitorio y que lo importante es el más allá. Debido a esto los renacentista trataron de aprovechar al máximo la existencia, tratando de desarrollarse al máximo como individuos


Joel A. Boada L.
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Los Descubrimientos


Durante los siglos XV y XVI los estados Europeos iniciaron la exploración del mundo, gracias a las mejoras en la tecnología marina, lo que permitía viajes por mar a largas distancias.

Los países que lideraron esta exploración fueron principalmente España y Portugal, aunque no fueron los únicos, pues otros países como Inglaterra y los Países Bajos también participaron.

Mediante estos viajes se aumentó el conocimiento que tenía Europa del resto del mundo, especialmente del África Subsahariana y de América. Las exploraciones traían consigo la conquista y evangelización de los nuevos territorios, incrementándose así la influencia político, económica y religiosa de Europa a lo largo del mundo.

Causas

Las exploraciones se iniciaron principalmente con el objetivo de buscar nuevas rutas marítimas para el comercio con las indias. En concreto, España viajó hacia el Oeste, tratando de llegar a Asia por el atlántico, mientras que Portugal trató de hacer lo mismo, pero bordeando África.

En estas exploraciones se usaron nuevos diseños de barcos, más avanzados que los que habían usado los europeos hasta la época. Hasta el momento el barco más usado era la Galera, un pequeño barco movido por remos. Las galeras eran rápidas y maniobrables, pero estaban diseñadas para navegar en las aguas del mediterráneo y no eran aptas para los viajes oceánicos.

Para los viajes atlánticos, los europeos adaptaron los navíos usados en los mares del norte y báltico, mejorándolos con diseños árabes. Los nuevos barcos, conocidos como Carabelas, de quillas profundas, lo que les daba más estabilidad y velas triangulares o latinas, lo que les permitía aprovechar mejor el viento. Estas carabelas fueron construidas por primera vez en la escuela naval de Enrique el Navegante, príncipe de Portugal

Otro instrumento ampliamente usado al principio de la época de la exploración fue el astrolabio. Usando las estrellas como referencia, permitía a los marinos conocer el tiempo de navegación, los días transcurridos y la dirección de navegación. Este instrumento, en principio, fue desarrollado en la Grecia clásica, pero no fue usado en Europa hasta la reintroducción del mismo por parte de los árabes en el siglo X.

Pronto sugería el sextante, como reemplazo al astrolabio. La diferencia entre ellos era que el astrolabio media la posición de las estrellas en relación consigo mismo, mientras que el sextante lo hacía en relación con el horizonte. Gracias a esto, se podía conocer la latitud, es decir la distancia en grados respecto del ecuador, lo que permitía viajar con mucha más exactitud en la posición y dificultando sobremanera perder el rumbo.

Los descubrimientos de España y Portugal

En 1415, Portugal establece una colonia en la actual Marruecos y a partir de 1433, tomando dicha colonia como punto de partida, inician la exploración de la costa Oeste de África. El objetivo es encontrar un camino que, bordeando África, permitirá llegar hasta las Indias.

Por otro lado, los reyes católicos Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, costean la expedición del almirante Cristóbal Colón, que trata de llegar a las Indias atravesando el océano Atlántico. Colon llegó al Caribe, fundándose una serie de colonias españolas en América Central. se indica que inicialmente todos pensaron que realmente habían dado la vuelta al mundo y llegado a las Indias. De hecho, Colón murió con dicha creencia.


Los descubridores Españoles

- Cristobal Colón
- Francisco de Pizarro
- Fernando de Magallanes
- Vasco Núñez de Balboa
- Hernan Cortés
- Bartolomé de las Casas

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Edad de la aclaración

Es un término usado para describir una fase adentro Filosofía occidental y la vida cultural se centró sobre el siglo XVIII. El término entró en uso adentro Inglés durante el mediados del siglo XIX, con particular referencia a la filosofía francesa, como el equivalente de un término entonces funcionando cerca Alemán escritores, Der Aufklärung de Zeitalter, significando generalmente la perspectiva filosófica del décimo octavo siglo. No representa un solo movimiento o escuela del pensamiento, porque estas filosofías eran a menudo mutuamente contradictorias o divergentes.

La "edad de la aclaración" y "la aclaración" se refieren particularmente a los progresos intelectuales y filosóficos de esa edad (y de su impacto en reforma moral y social), en los cuales Razón fue abogado como la fuente y la base primarias de la autoridad. El convertirse adentro Alemania, Francia y Gran Bretaña, el movimiento separado con mucho de Europa, incluyendo Rusia y Escandinavia. Los signatarios del Declaración de la independencia americano, Cuenta de Estados Unidos de las derechas y el francés Declaración de las derechas del hombre y del ciudadano fueron motivados por principios de la "aclaración". La era es marcada por la aspiración política hacia la consolidación gubernamental, la nación-creación y las mayores derechas para el pueblo, procurando suplantar la autoridad arbitraria de la aristocracia y de las iglesias establecidas.



El décimo octavo siglo era una edad del optimismo, templada por el reconocimiento realista del estado triste de la condición humana y la necesidad de reformas importantes. La aclaración era menos un sistema de ideas que era un sistema de actitudes. En su base estaba una cuestión crítica de instituciones, de costumbres, y de moralejas tradicionales. Algunas clasificaciones de este período también incluyen el último 17mo siglo, que se conoce típicamente como Edad de la razón o edad de Rationalism.

No hay consenso en cuando hasta la fecha el comienzo de la edad de la aclaración, y un número de eruditos utilizan simplemente el principio del décimo octavo siglo o el centro del decimoséptimo siglo pues una fecha del defecto. Muchos eruditos utilizan el principio del Guerras Napoleonic (1804-15) como punto conveniente a tiempo con cuál hasta la fecha el final de la aclaración. Todavía otros capstone la aclaración con su principio en Gran Bretaña Revolución gloriosa de 1688 y de su conclusión en Revolución francesa de 1789.


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La revolucion industrial

lunes 7 de marzo de 2011

La Revolución Industrial

Fue un periodo histórico comprendido entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX, en el que Inglaterra en primer lugar, y el resto de Europa continental después, sufren el mayor conjunto de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y culturales de la Historia de la humanidad, desde el Neolítico.

La economía basada en el trabajo manual fue reemplazada por otra dominada por la industria y la manufactura. La Revolución comenzó con la mecanización de las industrias textiles y el desarrollo de los procesos del hierro. La expansión del comercio fue favorecida por la mejora de las rutas de transportes y posteriormente por el nacimiento del ferrocarril. Las innovaciones tecnológicas más importantes fueron la máquina de vapor y la denominada Spinning Jenny, una potente máquina relacionada con la industria textil. Estas nuevas máquinas favorecieron enormes incrementos en la capacidad de producción. La producción y desarrollo de nuevos modelos de maquinaria en las dos primeras décadas del siglo XIX facilitó la manufactura en otras industrias e incrementó también su producción.

Así es que en la revolución industrial se aumenta la cantidad de productos y se disminuye el tiempo en el que estos se realizan, dando paso a la producción en serie, ya que se simplifican tareas complejas en varias operaciones simples que pueda realizar cualquier obrero sin necesidad de que sea mano de obra cualificada, y de este modo bajar costos en producción y elevar la cantidad de unidades producidas bajo el mismo costo fijo.


Causas
La existencia de controles fronterizos más intensos evitaron la propagación de enfermedades y disminuyó la propagación de epidemias como las ocurridas en tiempos anteriores. La revolución agrícola británica hizo además más eficiente la producción de alimentos con una menor aportación del factor trabajo, alentando a la población que no podía encontrar trabajos agrícolas a buscar empleos relacionados con la industria y, por ende, originando un movimiento migratorio desde el campo a las ciudades así como un nuevo desarrollo en las fábricas. La expansión colonial del siglo XVII acompañada del desarrollo del comercio internacional, la creación de mercados financieros y la acumulación de capital son considerados factores influyentes, como también lo fue la revolución científica del siglo XVII. Se puede decir que se produjo en Inglaterra por su desarrollo económico.
La presencia de un mayor mercado doméstico debería también ser considerada como un catalizador de la Revolución industrial, explicando particularmente por qué ocurrió en el Reino Unido.
La invención de la máquina de vapor fue una de las más importantes innovaciones de la Revolución industrial. Hizo posible mejoramientos en el trabajo del metal basado en el uso de coque en vez de carbón vegetal. En el siglo XVIII la industria textil aprovechó el poder del agua para el funcionamiento de algunas máquinas. Estas industrias se convirtieron en el modelo de organización del trabajo humano en las fábricas.
Además de la innovación de la maquinaria, la cadena de montaje (fordismo) contribuyó mucho en la eficiencia de las fábricas.
  • Revolución agrícola: aumento progresivo de la producción gracias a la inversión de los propietarios en nuevas técnicas y sistemas de cultivo, además de la mejora del uso de fertilizantes.
     
  • El desarrollo del capital comercial: Las máquinas se aplicaron a los transportes y a la comunicación iniciando una enorme transformación. Ahora las relaciones entre patronos y trabajadores son únicamente laborales y con el fin de obtener beneficios.
  • Cambios demográfico-sociales: la modernización de la agricultura permitió un crecimiento demográfico debido a la mejora de la alimentación. También hubo adelantos en la medicina y en la higiene, de ahí que creciera la población. También hubo una migración del campo a la ciudad porque la ocupación en labores agrícolas disminuyó mientras crecía la demanda de trabajo en las ciudades.

Etapas de la Revolución industrial
La Revolución industrial estuvo dividida en dos etapas: La primera del año 1750 hasta 1840, y la segunda de 1880 hasta 1914. Todos estos cambios trajeron consigo consecuencias tales como:
  • Demográficas: Traspaso de la población del campo a la ciudad (éxodo rural) — Migraciones internacionales — Crecimiento sostenido de la población — Grandes diferencias entre los pueblos — Independencia económica
  • Económicas: Producción en serie — Desarrollo del capitalismo — Aparición de las grandes empresas (Sistema fabril) — Intercambios desiguales
  • Sociales: Nace el proletariado — Nace la Cuestión social
  • Ambientales: Deterioro del ambiente y degradación del paisaje — Explotación irracional de la tierra.
A mediados del siglo XIX, en Inglaterra se realizaron una serie de transformaciones que hoy conocemos como Revolución industrial dentro de las cuales las más relevantes fueron:
  • La aplicación de la ciencia y tecnología permitió el invento de máquinas que mejoraban los procesos productivos.
  • La despersonalización de las relaciones de trabajo: se pasa desde el taller familiar a la fábrica.
  • El uso de nuevas fuentes energéticas, como el carbón y el vapor.
  • La revolución en el transporte: ferrocarriles y barco de vapor.
  • El surgimiento del proletariado urbano.



Joel A. Boada L.
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El imperio persa

martes 8 de marzo de 2011

El Imperio Persa

El Imperio Aqueménida o Imperio Persa, es el nombre dado al primer y más extenso imperio de los persas el cual se extendió por los territorios de los actuales estados de Irán, Irak, Turkmenistán, Afganistán, Uzbekistán, Turquía, Chipre, Siria, Líbano, Israel y Egipto. Su expansión territorial comenzó, durante el reinado de Ciro II (559-530 a. C.), con la anexión del reino medo, y alcanzó su máximo hacia el año 500 a. C., cuando llegó a abarcar parte de los territorios de los actuales estados de Libia, Grecia, Bulgaria y Pakistán, así como ciertas áreas del Cáucaso, Sudán y Asia Central. Las grandes conquistas hicieron de él el imperio más grande en extensión hasta entonces. Su existencia concluyó en 330 a. C. cuando el último de los reyes aqueménidas, Darío III, fue vencido por Alejandro Magno.

El Imperio debe su nombre a la dinastía que lo gobernó durante unos dos siglos, los aqueménidas, fundada por un personaje semilegendario, Aquemenes. En la historia de Occidente, el Imperio aqueménida es conocido sobre todo por su condición de rival de los antiguos griegos, especialmente en dos períodos, las Guerras Médicas y las campañas del macedonio Alejandro Magno.

Comenzó como un estado tributario de los medos pero acabó conquistando el Imperio medo y ampliándolo hasta abarcar Egipto y Asia Menor. Con Jerjes llegó casi a conquistar la Antigua Grecia. Los aqueménidas fueron derrotados por la conquista de Alejandro Magno en 330 a. C.

Los persas pertenecían a los grupos iranios que se habían establecido siglos atrás en la meseta de Irán, y habitaban la actual provincia de Fars (Irán), una región de tradicional influencia elamita. Se dedicaban de modo destacado a la cría de ganado, aunque con el tiempo fueron adoptando la agricultura. La historia de los primeros reyes persas, quienes habrían vivido durante el siglo VII a. C. y la primera mitad del siglo VI a. C., es poco conocida. De acuerdo con la genealogía tradicional, basada en la Inscripción de Behistún de Darío I (ca. 518) y en el historiador griego Heródoto de Halicarnaso, los persas habrían sido gobernados por la dinastía aqueménida, fundada por su epónimo Aquemenes (en antiguo persa, Haxamaniš "el que tiene el espíritu de un seguidor" ). Le sucedió su hijo Teispes (Cišpi), de quien se sabe por inscripciones de sus sucesores que utilizó el título de "rey de Anshan".

La dinastía se habría dividido entonces en dos linajes: uno comenzado por Ciro I, rey de Anshan, y continuado por su hijo Cambises I y su nieto Ciro el Grande, y otro por Ariaramnes, bisabuelo de Darío I. Ciertas inscripciones se refieren a Ariaramnes y a su hijo Arsames como reyes de de Persia. Esto llevó a que se especulara sobre una supuesta división del reino de Teispes entre Ciro I y Ariaramnes, quienes habrían reinado, respectivamente, en Anshan y en Persia. No obstante, la autenticidad de dichas inscripciones se ha puesto en duda.

Resulta llamativo que, mientras Darío insiste constantemente en su ascendencia aqueménida, esta es completamente ignorada por Ciro el Grande, el cual sólo se remonta hasta Teispes en sus inscripciones. Esto ha llevado recientemente a algunos estudiosos a pensar que las líneas de Ciro ("téispida") y Darío ("aqueménida") no estaban relacionadas.

Según Heródoto, los persas de las épocas tempranas eran vasallos de sus poderosos vecinos, los medos, aunque actualmente se duda de la fiabilidad de esta información.

Gracias a Ciro (555-529 a. C.), rey de Anshan, el dominio medo sobre la meseta iraní fue breve. Ciro creó un poderoso ejército siguiendo el modelo de los antiguos asirios. Cuando sucedió a su padre Cambises I en el 559 a. C., las entidades políticas hegemónicas en la región eran el Imperio neobabilónico, el reino medo, Lidia y Egipto. Entre los años 553 y 550 a. C., Ciro derrotó al rey medo Astiages, tomó su capital, Ecbatana, y llevó sus tesoros a Anshan. La Crónica de Nabonido informa de que el rey persa resultó favorecido por el amotinamiento de las tropas medas contra su propio rey, hecho confirmado por la historia que narra Heródoto (i, 123-128) sobre la traición del general medo Harpago.


Tras unificar a los persas y someter a los medos, Ciro, llamado después "el Grande", emprendió la conquista de Babilonia (con lo que puso fin al Imperio neobabilónico), Siria, Palestina y Asia Menor. El reino de Lidia, en Asia Menor, cayó en poder de Ciro hacia el 545 a. C. Se cree que la guerra contra el Imperio neobabilónico, que se encontraba rodeado por los persas en sus fronteras oriental y septentrional, habría comenzado hacia finales de la década de 540 a. C. En cualquier caso, en el año 539 Babilonia fue tomada por el general persa Gobrias, haciéndose presente Ciro días más tarde. El nuevo gobernante asumió la titulatura regia babilonia, que incluía los títulos de rey de Babilonia, rey de Sumer y Akkad y rey de los países. Ciro se presentó a sí mismo como el "salvador" de las naciones conquistadas. Para reforzar esta imagen y "crear condiciones de cooperación con las elites locales", protegió los cultos (como el de Marduk en Babilonia) y restauró templos y otras infraestructuras en las ciudades recientemente adquiridas. Con ello Ciro se ganó el apoyo de buena parte de la casta sacerdotal de Babilonia, la que en los textos (el Cilindro de Ciro, el Poema sobre Nabonido) por lo general se muestra favorable hacia él. En el Tanaj, Ciro es bienvenido por el Segundo Isaías, un judío de Babilonia. Asimismo, de acuerdo a los libros bíblicos de Esdras y Nehemías, Ciro permitió regresar a Judea y reconstruir el Templo a los judíos cautivos en Babilonia. A diferencia de los conquistadores asirios y babilonios precedentes, Ciro trató con benevolencia a los pueblos sometidos y perdonó a los reyes enemigos. En general, Ciro siguió la estrategia de dejar las estructuras administrativas de los lugares conquistados, pero sometiéndolos al poder imperial.

Ciro murió en el 530 a. C. durante una campaña contra los masagetas de Asia Central, y fue sucedido por su hijo Cambises II (530-522), quien continuó su labor de conquista. Dirigió la conquista de Egipto, presumiblemente planeada con anterioridad. Falleció en julio de 522 a. C. como resultado de un accidente o suicidio, durante una revuelta liderada por un clan sacerdotal que había perdido su poder después de que Ciro conquistase Media. En el momento de la muerte de Cambises, el Imperio se extendía desde el Mediterráneo (incluyendo Egipto y Anatolia) hasta la cordillera del Hindu Kush en el actual Afganistán, lo que marcó la máxima extensión del Imperio aqueménida y configurando el mayor imperio hasta entonces conocido en el Próximo Oriente.


Joel A. Boada L.
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sábado, 5 de febrero de 2011

La Visión Secular Del Mundo

                                                                  

Junto a la secularización de la política hubo una secularización del pensamiento. La revolución científica del siglo XVII sentó las bases de una visión del mundo que no dependía de las asunciones y categorías cristianas. Al liberarse de la teología, los filósofos descubrieron nuevos aliados en la ciencia y las matemáticas. Para pensadores como Francis Bacon y el filósofo francés René Descartes, el destino del alma era menos importante que el funcionamiento del mundo natural, y aunque Bacon era empirista y Descartes un racionalista, ambos creían que el poder de la razón humana, utilizado correctamente, se imponía a la autoridad.

 

Entre los distintos creadores del pensamiento moderno, ninguno fue más importante ni más celebrado que el físico inglés Isaac Newton, que descubrió una explicación mecánica que abarcaba todo el universo sobre la base de la ley de la gravedad universal. El respeto que Newton inspiró a los filósofos del siglo XVIII difícilmente puede ser exagerado. Determinados a popularizar una imagen del mundo científica y a adaptar sus métodos a la tarea de la crítica social y política, las principales figuras de la Ilustración pusieron los problemas del mundo directamente en el centro de su actividad intelectual. En el compendio más famoso del pensamiento ilustrado, la Enciclopedia (1751-1772), Denis Diderot (el editor), Jean d'Alembert, Voltaire y otros autores cuestionaron la concepción religiosa del mundo y abogaron por el humanismo científico basado en la ley natural.

                                  

La Era Del Absolutismo

 

                                                                           En la resaca de la guerra de los Treinta Años, el absolutismo comenzó a tomar una forma reconocible; el Estado, secular y centralizado, reemplazó a las instituciones y conceptos políticos feudales como instrumento de poder e influencia mundial. A través de los esfuerzos de los cardenales Richelieu y Mazarino, Francia entró en escena como la primera gran potencia moderna. En 1661, cuando Luis XIV asumió el gobierno del país, comprendió que sólo se podrían conquistar nuevos territorios mediante la movilización de los recursos económicos y militares de todo el Estado. La serie de guerras que provocó en Europa no pudieron transformar sus sueños más audaces en realidades, pero el esfuerzo en sí mismo habría sido imposible sin las políticas económicas mercantilistas de Jean-Baptiste Colbert y la creación de un gran ejército permanente. La vasta burocracia civil y militar que inevitablemente llevaba consigo la ambición territorial desenfrenada del monarca francés pronto comenzó a tomar vida propia, y, aunque el rey pudo haber creído que él era el Estado, de hecho se había convertido en su principal servidor. La aristocracia francesa corrió una suerte similar. Cuando la diversidad feudal cayó víctima del racionalismo burocrático, los aristócratas fueron obligados a ceder el poder político a los funcionarios de la burocracia estatal, llamados intendentes. En España, la muerte de Carlos II sin sucesor provocó la guerra de Sucesión. La llegada de la nueva dinastía de los Borbones coincidió con la implantación del absolutismo. Felipe V abolió los fueros de los distintos reinos, se extinguieron las Cortes y se centralizó el poder basado en una férrea burocracia.

El Nacimiento De Una Nueva Era

                                            Esta ambigüedad se manifestó en quienes, a finales del siglo XV, comenzaron a explorar la tierras situadas más allá de las costas europeas. Inspirados por el celo religioso, exploradores como Vasco da Gama, Cristóbal Colón y Fernando de Magallanes hicieron posible un vasto esfuerzo descubridor y misionero. Motivados también por el afán de conseguir bienes materiales, contribuyeron a una revolución comercial y al desarrollo del capitalismo. Portugal y España, como patrocinadores de los primeros viajes, fueron los primeros en recoger la cosecha económica. Aunque la enorme cantidad de plata que fluyó a España contribuyó a una 'revolución de los precios' (rápida devaluación del dinero e inflación a largo plazo), en un principio sirvió para poner un extraordinario poder en manos del rey Felipe II, de quien se decía que "en sus dominios no se ponía nunca el Sol". Heredero de los dominios de los Habsburgo en Europa occidental y América, Felipe se autoproclamó defensor de la fe católica. Su oposición a las ambiciones del Imperio otomano en el Mediterráneo no se debió sólo a que los turcos eran competidores imperiales sino también a que eran 'infieles' musulmanes. Del mismo modo, sus campañas contra los Países Bajos e Inglaterra tuvieron a la vez motivaciones políticas y religiosas, pues en ambos casos sus enemigos eran protestantes.

 

 

                                              

La Unidad Cultural

La unidad cultural

                                       

Las fuerzas materiales y culturales liberadas en el siglo XII prolongaron su impacto durante los siguientes 200 años. Europa se había convertido en una unidad cultural, por la que se expresó de forma institucional lo que era el pensamiento de la Iglesia cristiana. Esta unidad se reflejó con más claridad que nunca en una serie de expediciones militares (las Cruzadas) en las que se pretendía arrebatar al Islam los lugares santos cristianos de Oriente Próximo. La jerarquía de la Iglesia predicó en favor de las cruzadas, que consiguieron el apoyo de las nuevas órdenes monásticas, para las que el 'peregrinaje militar' representaba el camino a la salvación individual y colectiva. La idea de la guerra santa, sin embargo, rebasó las divisiones sociales y atrajo tanto a la aristocracia guerrera tradicional como a los campesinos, las nuevas clases de artesanos y los trabajadores de las ciudades surgidos por el crecimiento de la sociedad urbana. En la península Ibérica, la tolerancia tradicional entre musulmanes, judíos y cristianos vivió épocas de crisis y, conforme se extendían los reinos cristianos hacia el sur, los monarcas y la Iglesia tuvieron que intervenir con frecuencia para apaciguar los ánimos populares, que achacaban a los judíos, incluso a los conversos o 'nuevos cristianos', la culpa y responsabilidad por todos los desastres. Se estaba incubando la más grave crisis de identidad nacional, origen de la Inquisición y de la expulsión de judíos y moriscos, ocurrida a finales del siglo XV y del siglo XVI respectivamente.

 


La creciente intolerancia hacia las poblaciones no cristianas dentro y fuera de las fronteras de Europa tuvo la misma importancia como expresión de la unidad cultural cristiana. El islam, el enemigo infiel de la lejana Jerusalén, también era el enemigo en las fronteras, y en Sicilia siglos de intercambio comercial e intelectual llegaron a su fin. También en el periodo comprendido entre los siglos XII y XIV la intolerancia hacia los judíos que se habían establecido en toda Europa se extendió y se hizo más virulenta. Decretos punitivos restringiendo el asentamiento y la colonización judías coincidieron con atrocidades y motines en masa contra la población judía, y se establecieron las bases del antisemitismo ideológico: los judíos, como criaturas extrañas y demoníacas, envueltas en conspiraciones internacionales y culpables de la muerte ritual de niños cristianos, entraron en el folclore de la imaginación europea. Finalmente durante esta época hubo un aumento de las herejías, una expresión de la inquietud intelectual y social de la época, y de los esfuerzos políticos y militares en destruirlas, que se reflejaron sobre todo en la cruzada al sur de Francia contra la herejía de los albigenses.
Así pues, la unidad cultural europea no estuvo libre de conflictos. Al contrario, estuvo en un precario estado de equilibrio, y sus elementos, en continuo desarrollo, inevitablemente entraron en conflicto unos con otros en los siglos siguientes. Los pueblos y ciudades continuaron su crecimiento económico y demográfico. En Italia, Inglaterra y los Países Bajos comenzaron a luchar por la autonomía política. La lucha fue particularmente cruel en Italia, donde las ciudades se encontraban entre los conflictivos diseños políticos del Imperio y el Papado. También fueron destacadas las luchas internas entre distintos grupos sociales urbanos. Como resultado, se intensificó el pensamiento político y social que hoy día se llama humanismo, mientras el pueblo intentaba articular sus propias posiciones.

Carlomagno

Carlomagno 

                                                                                    


El más grande de los reyes carolingios fue Carlomagno (742-814) que en su propia época fue una figura mítica y legendaria. Su reinado marcó la culminación del desarrollo franco. Bajo su gobierno, los francos, por medio de una serie de conquistas, se convirtieron en los dueños de Occidente y en los garantes del poder papal en Italia. Carlomagno derrotó a los lombardos en Italia, a los frisios en el norte, a los sajones en el este, se anexionó el ducado de Baviera y expulsó a los musulmanes del sur de Francia. Consolidó su poder sobre este vasto territorio al conseguir que los miembros de los sectores terratenientes se aliaran entre sí y con él mismo mediante juramentos especiales de lealtad, que se recompensaban ocasionalmente con tierras de zonas recién conquistadas y con absoluta jurisdicción sobre sus súbditos. Esta política —el primer ejemplo importante de los crecientes lazos de dependencia personal conectados con el poder político llamado feudalismo— no sólo proporcionó a Carlomagno un suministro permanente de guerreros, sino que también contribuyó a controlar más fácilmente su territorio. Los vasallos del rey y sus subordinados más cercanos, así como los vasallos de éstos, se convirtieron a su vez en delegados y representantes del propio monarca.El aumento del sentido de misión cristiana de Carlomagno fue inseparable de la consolidación militar y política. Fundó monasterios en territorios fronterizos que funcionaron como establecimientos de colonizadores que sometieron los bosques y pantanos (los imponentes hogares de los antiguos dioses paganos) al control cristiano y los hicieron cultivables. También fueron centros de actividad misionera y educacional, pues la expansión del cristianismo requería un clero preparado, un rito homogeneizado y la producción de libros importantes. La clave fue la educación, y el trabajo práctico de fundación y dotación de personal de las escuelas monásticas y catedralicias demandaba ayuda exterior. Carlomagno la encontró en Roma y en las tierras lombardas de Italia, donde las antiguas tradiciones educativas no habían muerto por completo. No obstante, la mayor contribución a la reforma educacional carolingia fue anglo-irlandesa, pues los grandes monasterios de Inglaterra e Irlanda eran ricos en libros y en su preparación; de hecho, el consejero principal de Carlomagno fue el erudito inglés Alcuino de York.El reino de los francos, como resultado de todo ello, integró Europa territorial y culturalmente como no se había hecho desde el Imperio romano. El día de Navidad del año 800, Carlomagno fue a oír misa a la catedral de San Pedro de Roma. Según se cuenta, mientras se levantaba de orar, el Papa colocó una corona en su cabeza, se inclinó ante él y le proclamó imperator et augustus ante el pueblo. Así pues, Carlomagno se convirtió no sólo en el emperador de los francos, sino también de Roma. El poder del nuevo Estado (que se llamó Sacro Imperio Romano Germánico), la organización de la Iglesia y las antiguas tradiciones de Roma se habían vuelto indistinguibles entre sí.

El Ascenso De Los Francos

El ascenso de los francos
                                                    
 En el norte, la historia europea desde el siglo V al IX estuvo dominada por un grupo de tribus germánicas occidentales denominadas colectivamente francos. Al contrario que los germanos orientales, los francos se convirtieron directamente de su antiguo paganismo al cristianismo católico, sin un periodo intermedio de arrianismo. Los francos salios comenzaron su conversión definitiva el año 496, después de que su jefe guerrero Clodoveo I se bautizara por el rito cristiano junto a muchos de sus seguidores. Clodoveo I, un descendiente de Merovech o Merowig (que reinó entre 448 y 458) y parte de la familia gobernante de los francos salios, fue el primer rey de la dinastía merovingia. Gracias a sus numerosas victorias contra otros pueblos y el éxito de una larga serie de complejas disputas familiares características de la cultura franca, se convirtió en el gobernante supremo de todos los francos.
A la muerte de Clodoveo, por la ley tradicional de los francos salios, las tierras bajo su control se dividieron entre sus cuatro hijos. Éstos, a su vez, dejarían sus tierras a todos sus herederos masculinos, de manera que toda la época de gobierno merovingio se caracterizó por periodos alternos de fragmentación y consolidación, dependiendo del número y habilidades de los herederos.
Esta era llegó a su fin en el siglo VIII. Históricamente los últimos reyes merovingios se ganaron el apelativo de rois fainéants ('reyes perezosos'). Poco a poco el poder se concentró en el cargo del mayordomo de palacio y no en el rey, hasta que, en el año 751, el rey Childerico III y su único hijo fueron encarcelados. Su pelo largo (simbolismo de su nobleza) fue cortado y el mayordomo de palacio, Pipino el Breve, hijo del gran guerrero Carlos Martel, se proclamó rey de los francos, el primero de la dinastía carolingia en asumir el título real.
El golpe de Estado carolingio nunca habría ocurrido sin la intervención activa del papa. En varias cartas que ambos mandatarios se cruzaron entre el año 740 y el 750, el rey carolingio inquiría sobre la conveniencia de mejorar el gobierno del reino, en el que todo el poder no estaba en manos del monarca; el papa respondió citando el precedente bíblico de David, ungido por el profeta Samuel mientras el rey Saúl aún vivía. Es más, el papa siguió el precedente y ungió a Pipino, y seguiría ungiendo a sus descendientes en un ritual de consagración real.