sábado, 12 de marzo de 2011

El imperio persa

martes 8 de marzo de 2011

El Imperio Persa

El Imperio Aqueménida o Imperio Persa, es el nombre dado al primer y más extenso imperio de los persas el cual se extendió por los territorios de los actuales estados de Irán, Irak, Turkmenistán, Afganistán, Uzbekistán, Turquía, Chipre, Siria, Líbano, Israel y Egipto. Su expansión territorial comenzó, durante el reinado de Ciro II (559-530 a. C.), con la anexión del reino medo, y alcanzó su máximo hacia el año 500 a. C., cuando llegó a abarcar parte de los territorios de los actuales estados de Libia, Grecia, Bulgaria y Pakistán, así como ciertas áreas del Cáucaso, Sudán y Asia Central. Las grandes conquistas hicieron de él el imperio más grande en extensión hasta entonces. Su existencia concluyó en 330 a. C. cuando el último de los reyes aqueménidas, Darío III, fue vencido por Alejandro Magno.

El Imperio debe su nombre a la dinastía que lo gobernó durante unos dos siglos, los aqueménidas, fundada por un personaje semilegendario, Aquemenes. En la historia de Occidente, el Imperio aqueménida es conocido sobre todo por su condición de rival de los antiguos griegos, especialmente en dos períodos, las Guerras Médicas y las campañas del macedonio Alejandro Magno.

Comenzó como un estado tributario de los medos pero acabó conquistando el Imperio medo y ampliándolo hasta abarcar Egipto y Asia Menor. Con Jerjes llegó casi a conquistar la Antigua Grecia. Los aqueménidas fueron derrotados por la conquista de Alejandro Magno en 330 a. C.

Los persas pertenecían a los grupos iranios que se habían establecido siglos atrás en la meseta de Irán, y habitaban la actual provincia de Fars (Irán), una región de tradicional influencia elamita. Se dedicaban de modo destacado a la cría de ganado, aunque con el tiempo fueron adoptando la agricultura. La historia de los primeros reyes persas, quienes habrían vivido durante el siglo VII a. C. y la primera mitad del siglo VI a. C., es poco conocida. De acuerdo con la genealogía tradicional, basada en la Inscripción de Behistún de Darío I (ca. 518) y en el historiador griego Heródoto de Halicarnaso, los persas habrían sido gobernados por la dinastía aqueménida, fundada por su epónimo Aquemenes (en antiguo persa, Haxamaniš "el que tiene el espíritu de un seguidor" ). Le sucedió su hijo Teispes (Cišpi), de quien se sabe por inscripciones de sus sucesores que utilizó el título de "rey de Anshan".

La dinastía se habría dividido entonces en dos linajes: uno comenzado por Ciro I, rey de Anshan, y continuado por su hijo Cambises I y su nieto Ciro el Grande, y otro por Ariaramnes, bisabuelo de Darío I. Ciertas inscripciones se refieren a Ariaramnes y a su hijo Arsames como reyes de de Persia. Esto llevó a que se especulara sobre una supuesta división del reino de Teispes entre Ciro I y Ariaramnes, quienes habrían reinado, respectivamente, en Anshan y en Persia. No obstante, la autenticidad de dichas inscripciones se ha puesto en duda.

Resulta llamativo que, mientras Darío insiste constantemente en su ascendencia aqueménida, esta es completamente ignorada por Ciro el Grande, el cual sólo se remonta hasta Teispes en sus inscripciones. Esto ha llevado recientemente a algunos estudiosos a pensar que las líneas de Ciro ("téispida") y Darío ("aqueménida") no estaban relacionadas.

Según Heródoto, los persas de las épocas tempranas eran vasallos de sus poderosos vecinos, los medos, aunque actualmente se duda de la fiabilidad de esta información.

Gracias a Ciro (555-529 a. C.), rey de Anshan, el dominio medo sobre la meseta iraní fue breve. Ciro creó un poderoso ejército siguiendo el modelo de los antiguos asirios. Cuando sucedió a su padre Cambises I en el 559 a. C., las entidades políticas hegemónicas en la región eran el Imperio neobabilónico, el reino medo, Lidia y Egipto. Entre los años 553 y 550 a. C., Ciro derrotó al rey medo Astiages, tomó su capital, Ecbatana, y llevó sus tesoros a Anshan. La Crónica de Nabonido informa de que el rey persa resultó favorecido por el amotinamiento de las tropas medas contra su propio rey, hecho confirmado por la historia que narra Heródoto (i, 123-128) sobre la traición del general medo Harpago.


Tras unificar a los persas y someter a los medos, Ciro, llamado después "el Grande", emprendió la conquista de Babilonia (con lo que puso fin al Imperio neobabilónico), Siria, Palestina y Asia Menor. El reino de Lidia, en Asia Menor, cayó en poder de Ciro hacia el 545 a. C. Se cree que la guerra contra el Imperio neobabilónico, que se encontraba rodeado por los persas en sus fronteras oriental y septentrional, habría comenzado hacia finales de la década de 540 a. C. En cualquier caso, en el año 539 Babilonia fue tomada por el general persa Gobrias, haciéndose presente Ciro días más tarde. El nuevo gobernante asumió la titulatura regia babilonia, que incluía los títulos de rey de Babilonia, rey de Sumer y Akkad y rey de los países. Ciro se presentó a sí mismo como el "salvador" de las naciones conquistadas. Para reforzar esta imagen y "crear condiciones de cooperación con las elites locales", protegió los cultos (como el de Marduk en Babilonia) y restauró templos y otras infraestructuras en las ciudades recientemente adquiridas. Con ello Ciro se ganó el apoyo de buena parte de la casta sacerdotal de Babilonia, la que en los textos (el Cilindro de Ciro, el Poema sobre Nabonido) por lo general se muestra favorable hacia él. En el Tanaj, Ciro es bienvenido por el Segundo Isaías, un judío de Babilonia. Asimismo, de acuerdo a los libros bíblicos de Esdras y Nehemías, Ciro permitió regresar a Judea y reconstruir el Templo a los judíos cautivos en Babilonia. A diferencia de los conquistadores asirios y babilonios precedentes, Ciro trató con benevolencia a los pueblos sometidos y perdonó a los reyes enemigos. En general, Ciro siguió la estrategia de dejar las estructuras administrativas de los lugares conquistados, pero sometiéndolos al poder imperial.

Ciro murió en el 530 a. C. durante una campaña contra los masagetas de Asia Central, y fue sucedido por su hijo Cambises II (530-522), quien continuó su labor de conquista. Dirigió la conquista de Egipto, presumiblemente planeada con anterioridad. Falleció en julio de 522 a. C. como resultado de un accidente o suicidio, durante una revuelta liderada por un clan sacerdotal que había perdido su poder después de que Ciro conquistase Media. En el momento de la muerte de Cambises, el Imperio se extendía desde el Mediterráneo (incluyendo Egipto y Anatolia) hasta la cordillera del Hindu Kush en el actual Afganistán, lo que marcó la máxima extensión del Imperio aqueménida y configurando el mayor imperio hasta entonces conocido en el Próximo Oriente.


Joel A. Boada L.
C.I: 17.930.028
EES

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