La Revolución Francesa abarcó una serie de acontecimientos que transformaron la atmósfera política, social e ideológica de la Europa moderna. Estos hechos comenzaron cuando la aristocracia, que rehusó a pagar impuestos, obligó al rey Luis XVI a restablecer los moribundos Estados Generales en la primavera de 1789. Pocos sospechaban que esta decisión desataría fuerzas elementales e irresistibles de descontento. Aunque tenían diferentes fines, aristócratas, burgueses, sans-culottes (los habitantes pobres de las ciudades) y campesinos se unieron en la resolución de alterar las condiciones de su existencia. Junto a esta declaración de sus intereses, un cuerpo de ideas y teorías políticas heterogéneas orientó las energías revolucionarias, en particular, la doctrina de Jean-Jacques Rousseau de la soberanía popular que influyó en los líderes más capaces del tercer estado (el pueblo llano). Cuando la Asamblea Nacional proclamó la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano en agosto de 1789, pretendía advertir al resto de Europa que había descubierto unos principios de gobierno universalmente válidos.
Nombre: Boada L. Joel A. C.I: 17.930.028 Asignatura: EES
Fuente: microsoft Encarta 2009
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